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viernes, 31 de octubre de 2014

Luis Visca

Hoy tengo ganas de recordar a este pianista y compositor de tangos, por algunos de sus temas que suenan reiteradamente en las milongas, y que en ese sentido se han convertido en clásicos del género. Son, por ejemplo, los que compuso con Luis Rubistein: Yo también (grandes creaciones de Juan D'Arienzo y Rodolfo Biagi), Dos palabras, por favor que en 1943 fuera un golazo en la interpretación de Demare-Berón y Tanturi-Campos, o No me lo digas, registrado por D'Arienzo en forma instrumental en 1939 y por Enrique Rodríguez con la voz del Muñeco Moreno, un año más tarde.

Y otro éxito resonante fue Ivon, con Horacio Sanguinetti (Basterra), que en 1945 abasteció el álbum ganador de Alfredo De Angelis con Julio Martel, y de Ricardo Tanturi con Enrique Campos. Todas sonatas milongueras de gran calado que caldean el alma de los bailarines. Solamente con estos temas bastaría notar la captación de los milongueros, por parte de este pianista que lució en la Orquesta de Anselmo Aieta, y a quien yo escuchaba en Radio El Mundo y en un reducto nocturno de la calle Cerrito.

                                               
Luis Visca en radio El Mundo

Pero su nombre queda asociado a dos temazos que firmó con Enrique Cadícamo: Compadrón (1927) y Muñeca brava (1929), que ganaron apenas abrieron las gateras, grabados por Carlos Gardel. El primero con Ricardo y Barbieri en guitarras, y el segundo acompañado por Aguilar y Barbieri. Pero además compuso con versos de Cadícamo: Barajando recuerdos (buena versión de Tanturi-Castillo), Corazón de mujer, Fanfarrón y Tu imagen, que alcanzaron menos trascendencia que los anteriores.

Luis Visca era amigo de Juan D'Arienzo pues correteaban en el mismo barrio céntrico de Balvanera, aunque tenía tres años menos que el futuro Rey del compás. Se encontrarían varias veces en sus respectivas carreras, luego de que Visca, que había estudiado piano con destacados profesores- debutase en el Cine Colón de la calle Entre Ríos, haciendo dupla con Elvino Vardaro. Tuvo su propia orquesta a los 22 años, tocando en radio, luego con Anselmo Aieta y con Luis Teisseire. A continuación viajaría a España con Enrique Cadícamo, y éste lo recuerda así en sus Memorias:

-Una carta de Demare jugaba tentadora en mis manos. La idea de emprender un viaje me había entusiasmado. Elevé un pedido de licencia por seis meses sin goce de sueldo y tan pronto me fue acordado comencé los trámites para sacar el pasaporte y luego hacerlo visar en los consulados de los países que pensaba visitar. Había que correr la bohemia con muchos billetes de mil en el bolsillo y felizmente mis derechos de autor me lo permitían.

                                             


-En este ínterin, entro una noche en los "36 billares", encontrandome con Visca, con el que teníamos en pleno éxito Compadrón y Muñeca brava... Al verme entrar se apresuró a hacerme señas para que me sentara con él. Al hacerlo, el camarero corrió a atenderme muy solícito. Invité a mi colaborador a que se sirviera algo, cosa que agradeció señalándome un pocillo de café a medio terminar. 

- ...Visca me preguntó si me podía pedir un favor. Interpretando que se trataría de una colaboración, le respondí: "Cualquier cosa menos letras de tango...". Permaneció sonriente y silencioso. El camarero regresó con mi encargo dejándolo sobre la mesa. El pianista me aclaró que su pedido no era ninguna letra de tango sino un consejo de amigo. Yo, por experiencia propia sabía que los consejos se conceden y luego el que los pide hace lo que mejor le place, le respondí que en lugar de un consejo prefería darle una modesta opinión de lo que se tratara...


-...Sin más preámbulos se decidió a preguntarme si debía o no casarse. Sorprendido por semejante pregunta, le respondí que yo era soltero y por lo tanto la respuesta se hallaba fuera de mi alcance. Lo mejor sería entonces que lo consultara con un casado. Del matrimonio yo no tenía ideas formadas pero presintiendo que en ese momento podría hallarse al borde de este problema, creí prudente tomar con pinzas su pedido. (....)

Visca y Cadícamo a bordo del Conte Rosso
                                                        
- ...En la víspera del viaje me encuentro nuevamente con Visca, quien mostrándome su pasaporte me informa que había decidido embarcar en el mismo barco en el que yo saldría. Su repentino viaje supuse que era una fuga; el mío una determinación no sólo tomada por la carta de Demare sino por motivaciones parecidas a las de él. Lo felicité quedando en vernos a bordo del "Conte Rosso".

En Barcelona, Visca, que había ensayado en el barco, luego de una depresión muy fuerte (se la pasó encerrado en su camarote), con Carlos Spaventa, Angel Maffia, otro bandoneonista apodado Rulito, Morales, guitarrista y el otro cantor Carlos Scanlon, congenió con ellos. Y la "troupe" se alistaría para secundar al cantor Pancho Spaventa -hermano de Carlos, que se disputaría los favores del público con el trío Irusta-Fugazot-Demare.

Cuando vuelve a Buenos Aires, Visca se alista en el conjunto Los siete ases, con Aieta, D'Arienzo, Cuervo, Navarro, Ferrazzano y  Corleto. Luego forma orquesta codirigiendo la misma con D'Arienzo bajo el rubro D'Arienzo-Visca. Tendría a continuación su propio conjunto que tocaba en el Chantecler,  y acompañaría al cantor Roberto Ray, con un  quinteto bajo su dirección, ya en el año 1940. Finalmente encontraría su destino como solista en Radio El mundo y lugares nocturnos. Su mayor logro en el balance final, fue su tarea de compositor gracias a lo cual nos legó hermosos temas.

Para recordarlo, traigo Ivón, por la orquesta de Alfredo de Angelis cantando Julio Martel, grabado el 30 de octubre de 1945, y No me lo digas, registrado por la orquesta de Juan D'Arienzo, el 18 de abril de 1939.

Y la habitación me queda pequeña para tirar pasos...

Ivón- Alfredo De Angelis-Julio Martel

No me lo digas - Juan D'Arienzo




2 comentarios:

  1. Cada día cuando recorro internet, "me detengo largo rato" leyendo y releyendo tus reflexiones tangueras, ya que resultan indispensables después del primer mate de la mañana.Y debería dejar algunas palabras a guisa de abrazo o apretón de mano, pero sería repetirme cada vez. Gracias por tus aportes TINO DIEZ

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  2. Gracias Tino. Para mí es un placer. El tango forma parte de mi vida y me ha proporcionado -sigue haciéndolo- tantos momentos inolvidables, que recordar es volver a vivirlos. Un abrazo.

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