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lunes, 21 de abril de 2014

El tano Puglisi

Fue una figura familiar en la orquesta de Juan D'Arienzo, con esos largos solos y el sonido que emitía su violín conocido como "la vaca" en el ambiente. Sus solos los reservaba D'Arienzo para las tesituras graves, y aunque para los expertos se reducía notablemente su talento, y era la contrafigura de lo que él había aspirado como músico maravillosamente dotado; para los bailarines, esa mezcla con los staccattos de los bandoneones y la marcación permanente del piano, nos parecía genial.

Claro, los milongueros tenemos un prisma distinto para medir la temperatura musical de las orquestas y así como para algunos hay conjuntos que no nos mueven a levantarnos de la silla, hay otros que nos sacan a empujones. Y el de D'Arienzo fue uno de ellos. Incluso ese rumor del "violín mojado", tan utilizado por sus violines,  induce sabiamente e influye en los movimientos de la pareja.

A la izquierda de D'Arienzo, festejando el cumpleaños de éste.
Cayetano Puglisi nació en Messina (Sicilia, Italia) y fue el mayor de tres hermanos dedicados todos a la música desde niños. Tenía siete años cuando su familia llegó a Buenos Aires como inmigrantes pobres. Y siguió estudiando música con el maestro Carlos Pessina, como lo hacía en su país natal. A los doce años recibió una beca del diario La Prensa, para perfeccionarse en Europa, pero los avatares de la Primera Guerra Mundial, torcieron su destino. Y afortunadamente para el tango, porque con apenas trece años, el pequeño violinista ya tocaba en bares de la Boca. Y en un trío infantil que completaban Carlos Marcucci en bandoneón y Pedro Almirón al piano, siempre en horarios vespertinos.

                                         

El tano Puglisi siempre estuvo encuadrado entre los críticos y sus colegas como un evolucionista y lo encaraman en el podio de los más dotados y estudiosos. Elvino Vardaro, que compartió filas de violines con él en la orquesta de Firpo, y fue gran amigo suyo,  nos decía un día en radio El Mundo, en un programa que yo compartía con Antonio Carrizo. "El problema que tuvo fue que con D'Arienzo siempre ganó muy buen dinero y eso le permitió tener una vida digna. Al fin de cuentas el inmigrante siente esa necesidad de tener siempre los pies bien apoyados. Pero no era la música que él hubiera querido hacer".

                                 

Roberto Firpo, gran figura del tango en su época, lo vio en el Café Iglesias y se enamoró de sus cualidades. Tenía apenas 14 años y su estatura lo hacía incluso menor. Al alejarse Ferrazzano de la orquesta, Puglisi ya pintaba para primer violín, toda una hazaña, cosa que haría a sus dieciseis años.  Y Firpo le dedicaría su tango "El talento", patentizando la admiración que sentía por él. Lo llamaría Enrique Delfino para unas grabaciones y también Francisco Canaro. Con la anuencia de Firpo tocaba en ambas orquestas a la vez.

Repentinamente Firpo decide dejar un tiempo el tango para dedicarse a las finanzas y con los elementos de su disuelta orquesta, Puglisi arma un Sexteto que graba en la Victor y actúa en el Maipú Pigall. Integraban ese sexteto evolucionista: Luis Cosenza al piano, Federico Scorticati y Pascual Storti (luego Domingo Triguero) en bandoneones, Puglisi -director- y Octavio Scaglione en los violines, y su hermano menor José Puglisi en contrabajo.

                                     


Ese conjunto tenía un sentido totalmente distinto a aquellos en los cuales había intervenido, un sonido decareano que mereció los plácemes del ambiente. Duraría apenas dos años esta formación, aunque dejaría su sello indeleble en el surco y la necesidad le hizo regresar a la orquesta de Canaro con quien permanecería tres años. En 1934 formaría nueva orquesta en la cual estaban elementos como Orlando Goñi al piano, Alfredo Calabró y Toto Rodríguez en los fueyes, Mauricio Mise y Juan Bianchi junto a él en la fila de violines, y Antonio Rodríguez Lesende era el cantor.

Como no pudo entrar en las grabadoras deshizo esta orquesta y fue pasando por las filas de Cobián, integró con éste y Ciriaco Ortiz el Trío Número uno, fue músico estable de radio El Mundo y también tocó en la orquesta de Julio De Caro. Sería en 1940 al irse todos los músicos de D'Arienzo para ponerse bajo la dirección del pianista Juan Polito, cuando el Rey del compás forma nueva orquesta y lo convoca a Puglisi para la misma.

Ciriaco Ortiz, Juan Carlos Cobián y Cayetano Puglisi
Nada menos que 28 años estuvo este fenomenal violinista en la orquesta triunfadora de DÁrienzo. Y aunque no compartiera las premisas musicales del director, supo amoldarse a la misma con la humildad que siempre lo caracterizó y así lo vimos en infinidad de milongas y actuaciones. Cuando daba el paso al frente para efectuar esos solos que minimizaban su talento, los milongueros veíamos crecer su pequeña figura y agigantarse con el instrumento.

                              
Hoy lo traigo del recuerdo con dos temas del Sexteto que dirigió entre 1928 y 1930. El tango de Vicente Gorrese y Bernardo Germino: Criolla linda y de Gerardo Matos Rodríguez: La cumparsita, versión en la cual buceará luego D'Arienzo. Ojo al piojo. Ambas grabaciones son del año 1929.

03- Criolla linda - Sexteto Puglisi

01- La cumparsita- Sexteto Puglisi




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