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viernes, 8 de junio de 2012

Luciano Leocata

El mes de junio viene duro en Buenos Aires. Ayer también se nos fue este maestro del fueye, hijo de pobres inmigrantes sicilianos, que se enamoró del bandoneón, oyéndoloselo tañer a un vecino, desde su casa.

A costa de numerosos sacrificios, aprendió solfeo y luego tomó clases con dos maestros de bandoneón, mientras ayudaba a su padre a fabricar adoquines para la ciudad que iba creciendo.

Con la suerte no alcanza, hay que pelearla y así llegó a tocar en la orquesta de Juan Pedro Castillo y de allí saltó a la radio, acompañando con su fueye al piano de Juan Tinelli. Y luego a la orquesta de éste.

Estuvo varios años como pilar de la excelente orquesta de Florindo Sassone, pero su nombre cobró fuerza cuando la dupla Leocata y Aznar comenzaron a lanzar éxitos al mercado: Y volvemos a querernos, el primero de esos bombazos, lo estrenan Sassone en 1948 en Radio El Mundo, con la voz de Jorge Casal y Pugliese simultáneamente, por Radio Belgrano, cantándolo Alberto Morán. La ristra de sucesos que le siguieron a éste fue imcreíble.

Abel Aznar fue un letrista que abundó en la crónica sentimental sin mayores pretensiones, pero con evidente buen gusto y pegada. Tenía dos años más que Leocata y como amigos y muchachos de barrio que eran, supieron transportar musicalmente aquellas finteos y peripecias de la barra de la esquina que los reunió desde chicos. Cuando fueron a registrar ése primer éxito se encontraron que ya había otro tango con dicho nombre (Volvemos a querernos), y pesarosos, resolvieron agregarle una Y..., adelante del título, que sería luego su marca de fábrica.

A continuación fueron goteando temas que entrarían raudos en la memoria y el silbo popular: Y mientes todavía, Y no te voy a llorar, Y todavía te quiero, Y te tengo que esperar, Y todo es mentira, Y no te creo, Y rogaré por vos (vals).
Con su orquesta en el Marabú y su cantor Roberto Chalean
 Incluso Leocata, que tendría su propia orquesta a partir de 1959, seguirá componiento temas con otros letristas, utilizando delante del título la famosa Y, que tan buen resultado le había dado.

Nació en 1915, y en los últimos años de su vida era el encargado del Museo de SADAIC (Sociedad Argentina de autores y compositores)

La orquesta sonaba muy bien y tuvo mucho trabajo. Los cantores fiueron Roberto Chalean, Jorge Fiorentino y Oscar Macri, fundamentalmente.  La escucharemos en un instrumental del propio director: Aquel regalo. El valsecito: Una lagrimita, de Titi Rossi y E. Paredes, cantando Fiorentino y Chalean. Y por la orquesta donde Leocata forjó su fama: Florindo Sassone; de Leocata-Aznar, Y volvemos a querernos, con la voz increíble de Jorge Casal.

Aquel regalo.

Una lagrimita.

Y volvemos a querernos.




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